España ha bajado dos posiciones en las casa de apuestas en cuanto los ensayos del día han terminado y Amaia y Alfred se han quedado en una aún bastante decente decimotercera posición. Y es que los dos artistas han gustado bastante en Lisboa, se les ha visto cómodos, confiando el uno en el otro, y toda la prensa parece apuntar a que vocalmente dan la talla, y sus personalidades enamoran.
Lamentablemente, al menos en el primer ensayo, parece que RTVE ha querido dejar demasiado peso en la pareja, y se ha guardado algunas cartas que, anuncia, sacará a mostrar en los siguientes pases por el escenario eurovisivo. Al parecer, podría haber unas estrellas fugaces de pirotecnia a lo largo del escenario -ojo con que esto no acabe siendo la enésima “tela naranja” de Soraya- y el público debería iluminarse como un cielo estrellado mientras los dos artistas cantan -si ellos lo dicen, pues imaginamos que así será-.
Y con todos estos ases cogiendo polvo en la supuesta estantería de los organizadores, la actuación de Amaia y Alfred ha tenido una gélida acogida de parte de los medios internacionales, que la han tildado de “aburrida”, “monótona” o “lineal”, ya que la pareja pasa por toda la canción sin que el climax de la segunda mitad se deje sentir en la escenografía. Para colmo de males, y aunque cada uno empieza en una punta del escenario, parece que el acercamiento ha sido inmediato, provocando que más de la mitad del tema ocurriera con Amaia y Alfred frente a frente, sin opción de sorpresa o hilo conductor más allá.
Aún es pronto, y no es plan de perder los papeles criticando la falta de concepto de TVE así de primeras: parece que querían una actuación sobria y es lo que han mostrado. ¿Hay margen de mejora? Evidentemente, recordad, por ejemplo, que Ruth Lorenzo quería ir vestida de transformer drag queen, o que las coristas de Barei por poco terminan actuando en Soria tras el primer ensayo. Con lo cual, habrá que esperar a ver con qué avanzan en el siguiente.