En ‘Estrella Fugaz’, tenemos la intención de echar la vista atrás, como nos gusta, para analizar aquellos lanzamientos de estrellas que según empezábamos a disfrutar, de pronto, se fueron. No nos dio tiempo ni de asimilar sus nombres. Las nuevas generaciones no las conocen. Pero durante unos minutos, o unos segundos al menos, sus nombres estuvieron en nuestras bocas por un par de singles o un álbum al completo.
Prepara tu telescopio, y si las ves regresar, pide rápido un deseo: nunca sabes como cuánto va a aguantar su estela. Nuestro invitado de esta semana es Gareth Gates.
Verano del año 2001: Gareth Gates se presentaba a los castings de ‘Pop Idol’ y entonando ‘Flying Without Wings’ de Westlife, se hacía rápido con el cariño del público británico. Durante su presentación, Gates mostraba ciertos problema de habla, confirmando que tenía problemas de tartamudez que sólo conseguía solventar mientras cantaba. Aquel primer casting lo superó, y las semanas fueron avanzando en ‘Pop Idol’, hasta que, el día de la final, apenas quedaban en pie él y Will Young.
Lo cierto es que, en 2002 fuera del Reino Unido, todo el mundo dio por sentado que Gareth había ganado el concurso, porque sus canciones tuvieron una mayor acogida internacional, pero lo cierto es que con un 46,9%, quedó en segundo lugar detrás de Young. Sin embargo, el encanto de Gates ya había hecho de él un auténtico popstar y su perfil dulzón, juvenil, de hijo perfecto británico lo lanzó al estrellato.
Por mucho que ahora recordemos a Gareth Gates como un one-hit-wonder gracias a su versión de ‘Unchained Melody’, lo cierto es que el británico tuvo un total de siete top5s consecutivos, incluyendo, atención cuatro números uno. ¿Por qué lo tenemos tan olvidado entonces? Pues porque todo aquello ocurrió en poco menos de un año: para 2004, la carrera de Gareth Gates había terminado.
Pero el cantante arrancó de manera épica, versionando ‘Unchained Melody’, vendiendo más de un millón en el Reino Unido (1,35 millones a fecha de 2017), y marcándose su primer #1, pero es que además, consiguió abrirse camino en Europa: el tema fue #4 en Francia, #6 en Bélgica, #17 en Alemania, #12 en Holanda, e incluso #9 en Australia.
Sin embargo, y aunque con ventas totales algo más modestas, el climax de su carrera lo consiguió con el siguiente single, ‘Stupid Mistake (Anyone Of Us)’, otro #1 de más de medio millón en UK, pero también líder en Suecia, Holanda, Noruega o Dinamarca, y #2 en Irlanda, además de #3 en Alemania y Bélgica. Ahí es nada.
En España, los dos primeros singles contaron con un notable apoyo de radios, llevando a Gareth a un buen grado de popularidad, el suficiente como para que su cuarto single, ‘What My Heart Wants To Say’, se lanzará a dúo con Chenoa en nuestro país, justo en pleno boom post ‘OT’.
El segundo álbum de Gareth Gates, ‘Go Your Own Way’, quedó muy lejos del Doble Platino de su debut: el disco apenas conseguiría aguantar un mes en la lista, tocando techo en un #11 que supo a poquísimo. ¿Su consuelo? Otros tres top5s desde el álbum, aunque sólo consiguiera certificar un ‘Spirit In The Sky’ benéfico y que, además, se lanzó entre los dos discos aunque lo incluyera en el segundo.
Con el fracaso de su segundo álbum, Gareth Gates podía haber sido despedido de su discográfica, pero su suerte fue aún peor: el disco veía la luz en 2003, pero no fue hasta 2006 cuando BMG decidió despedirlo, haciéndole perder tres años de posibilidades de comeback. Para cuando en 2007 lanzó su tercera, y hasta hoy, último disco, ‘Pictures Of The Other Side’, pocos recordaban ya aquellos primeros singles de éxito: el trabajo tocó techo en un paupérrimo #23 y los singles no fueron mucho mejor.
En una época en la que las ventas mandaban y los debuts tendían a ser altos, Gareth obtenía un #14 con ‘Changes’ y un #22 con ‘Angel On My Shoulder’. Paradójicamente, Will Young también terminaría teniendo un primer single llamado ‘Changes’, que se lanzaría un año después, llegando al #10, dándole al disco, ‘Let It Go’, la vida suficiente para alcanzar el medio millón en UK. Un ‘Idol’ de contrastes.
Gareth Gates dijo años después que no pensaba volver a lanzar un álbum, y desde 2009 ha venido dedicándose al teatro musical, pasando por obras como ‘Les Miserables’, ‘La Bella Durmiente’, ‘Footloose’ o ‘Boogie Nights’. Al menos, en lo teatral las cosas se salieron bien y aún trabaja en ello.
En 2013, Gareth intentó volver a lo musical -más o menos- participando en ‘The Big Reunion’, donde se le propuso ser parte de 5th Story, una boyband formada por él, Kavana, Dane Bowers, Adam Rickitt y un muchacho de Blazin’ Squad. Como grupo no consiguieron nada, pero sus historias dotaron de carnaza al show, que se emitió con éxito en ITV2.
Gates trabaja ahora también como coach para personas con problemas en el habla, tras conseguir solucionar sus problemas de tartamudez y formarse para ayudar a otros en la misma situación.