Puede resultar increíble, pero en pleno 2001 y tras el éxito del Doble Platino de ‘Saints & Sinners’, las chicas de All Saints decidían separarse oficialmente tras discutir, en un photoshoot, por quién se vestía con una chaqueta que varias de ellas querían. Así de absurdamente llegaba a su fin una girlband que había dado hits como ‘Never Ever’, versiones tan sofisticadas como la de ‘Under The Bridge’ y había trabajado con un William Orbit en racha en varios temas, como el impecable ‘Black Coffee’.
All Saints arrancaba un hiatus indefinido, aunque su separación de 2001, tras tres singles lanzados del disco (dos #1 y un #7), sería incluso menos fugaz que la que les esperaba un lustro después: All Saints decidían reunirse en 2006 para grabar un tercer álbum.
Y se separaban, de nuevo, dos meses después de ponerlo a la venta: ‘Studio 1’ apenas permanecía dos semanas entre los 100 álbumes más vendidos tras alcanzar el #40. Melanie Blatt, durante la segunda reunión de la banda, diez años después de aquel fiasco, con ‘Red Flag’, llegó a tildar su comeback de 2006 como “un fraude” para la revista i-D:
“Mi corazón no estaba en ese disco, no me gustaba. Pero eso era sólo mi pensamiento, lo hice por el dinero. Porque sabes qué, nos ficharon en Parlophone sin tener una sola canción grabada. Nos ficharon como concepto, no por la música. Lo sentí como un fraude de ahí en adelante, no me pareció real.”
A pesar de las declaraciones de Blatt, y de que el grupo no terminara del todo convencido con el proyecto, lo cierto es que su álbum de 2006, ‘Studio 1’, sí que fue un buen álbum. Hoy aprovechamos para romper una lanza a su favor y lo hacemos por estos motivos:
Por su impecable primer vídeo
El primer single del álbum, ‘Rock Steady’, llegó bien cargado de drama: por un lado, la girlband se enfrentó a Cheryl, de Girls Aloud, después de que ella afirmara que la canción sonaba como un tema para ellas y no para All Saints. Shaznay terminó llamándola “niñata” y el calentón tardó lo suyo en enfriarse.
Después, el vídeo oficial para el primer single, #3 en UK: las chicas habían de rodarlo en Cuba, pero al no quedar asientos para las cuatro en primera clase del vuelo que iban a tomar, y tras negarse a viajar en turista, el equipo se desplazó a Bucarest a rodar el clip. Un vídeo cuidado, que bebía de la herencia de ‘Ocean’s Eleven’ y mostraba al cuarteto robando un banco. Pasados los años, es un vídeo tan chulo que cuesta creer que la girlband no lo tenga colgado en Youtube. Vamos, ni la girlband ni nadie: el vídeo sólo puede verse a través de Dailymotion en una cuenta fan.
Por cierto, como dato curioso: las chicas rompen la tendencia de rodar por separado, como ocurrió en ‘Black Coffee’ y sobre todo en ‘All Hooked Up’, aunque no llegan a salir juntas en ningún momento: Melanie Blatt no comparte plano con ellas. Es más, ni siquiera conduce la moto en la que se la ve viajando, era un extra porque ella no sabía conducirla.
Por los singles que quedaron por lanzar
Después del éxito de ‘Rock Steady’, las chicas lanzaron, sin repetir la jugada en listas, el frenético ‘Chick Fit’ como segunda propuesta del álbum, y así le fue. El disco se guardaba otras canciones bastante más All Saints en la manga, como la tremendamente pegadiza ‘Not Eazy’ o las más clásicas del disco, que sonaban al segundo trabajo de la girlband: ‘One Me And U’ y la exquisita canción que cerraba el disco junto a un coro góspel, ‘Fundamental’.
Incluso en otros cortes más uptempo, como ‘Too Nasty’, podían haber encontrado material para ser single del álbum. Una pena que el fracaso del álbum y su repentina re-separación frustrara cualquier plan promocional.
Por lo infravalorado del tándem Shaznay / Greg Kurstin
Prácticamente el disco completo está compuesto por el tándem montado por la componente de la girlband -mano detrás de la mayoría de los temas del grupo- y el productor, que ha estado a cargo de proyectos para Lily Allen, Adele, Foo Fighters o Kylie, y ha sido ganador de 5 Premios Grammy y 3 Ivor Novello, ahí es nada.
Juntos sacaron un montón de provecho a las influencias ska, reggae y rock que inundan el álbum, y que en cierto modo puede que hubiera funcionado mejor incluso como segundo trabajo de la propia Lewis, que tiene un álbum editado que merece bastante la pena.
“Siento que Mel lo sintiera así, la verdad, a me gustó el proceso creativo”, afirmaba Lewis cuando Melanie Blatt hablaba horrores de la época. Y es que si algo es innegable es que temas como ‘Not Eazy’, ‘One Me And U’ o ‘Headlock’ eran estupendos.