Por qué la renovación de ‘Operación Triunfo’ para otoño es un enorme error de TVE

Por qué la renovación de ‘Operación Triunfo’ para otoño es un enorme error de TVE

Era de esperar, pero también de temer: RTVE ha confirmado que en otoño veremos una nueva edición de ‘Operación Triunfo’. Y es que, con una media de audiencia del 19%, a la cadena pública le hubiera bastado para anunciar esta noticia, pero el impacto del programa en redes sociales -aún hoy es Trending Topic diario sin una emisión en directo- y el de sus lanzamientos musicales –‘Lo Malo’ y ‘Tu Canción’ convertidas ya en éxitos reales, y los discos recopilatorios certificados-, han terminado de dar motivos al ente público para que el programa regrese a antena en apenas unos meses.

Las opiniones en internet son, como era también previsible, bastante encontradas, pero existe la impresión general de que una nueva edición será un error. Nosotros hemos optado por recopilar algunos motivos que nos han venido a la cabeza por los que no es una buena idea que el talent se marque un comeback tan rápido.

 

Porque el proyecto funcionaría mejor como bi-anual

Leíamos en Twitter hace unas horas a un usuario que se quejaba de la segunda edición diciendo que “OT 2018 era el arranque de carrera de los alumnos de 2017”. La verdad, tiene toda la razón. ‘OT 2018’ debería ser más bien eso, debería ser una oportunidad para que los alumnos de la primera edición mostraran sus progresos, la gira, Eurovisión, los singles que vayan editando, aquello en lo que van trabajando.

Y esto podría tener reflejo en varios especiales en TVE: el concierto emitido en prime time, el encuentro con concursantes avanzado el año, un especial eurovisivo antes o después del paso de Amaia y Alfred por el festival… pequeñas píldoras que alimentaran las ganas de volver a consumir Academia, plató y 24 horas. En este momento, el público está estomagado: no podemos compararlo con la primera y segunda edición del concurso, porque el público, por entonces, sólo tenía media hora de resumen diario que seguir. En 2017, los fans han estado meses sin quitar ojo a los 16 concursantes. Fuera y dentro de la academia.

¿O alguien, en 2001, sabía lo que Chenoa estaba haciendo un jueves por la tarde? No, porque no había un Instagram Stories al que acudir para saberlo. ‘OT 2017’ es consumo constante de concursantes.

 

Porque los fans no están por la labor

La reacción en redes sociales, por norma general, ha sido negativa. No hay sino acudir al anuncio de RTVE en ellas para descubrir que la mayoría de fans de esta última edición no está por la labor de conocer a 16 nuevo alumnos. Como os decimos, el apego a ellos ha sido mucho mayor que en los primeros dosmiles. Hay una sensación de cercanía que los adolescentes y veinteañeros no están dispuestos a perder. No necesitan nuevas Marinas, Rickys, Nereas o Miriams dentro de unos meses, porque quieren seguir sabiendo de los actuales.

 

Porque el talent no resistiría una caída de audiencia

‘OT’ ha tenido, como indicábamos al principio, un 19% de audiencia media. Es decir, que sus números han sido estupendos, especialmente porque han ido increscendo hasta el 30% de la final, pero como datos, tampoco han sido espectaculares. El show ha creado una base de fans basada en el 24 horas, con decenas de miles de espectadores en algunas horas del día, pero no puede permitirse una caída en cifras.

Es decir, ‘Operación Triunfo’ no funcionará con un 13,5% de audiencia y la mitad de seguidores en redes. Si se pierde el hilo de lo que hacen o dicen, y el fenómeno fan se apaga, el programa no se sostiene con su directo los lunes noche. Y esos números no son tan impensables: es obvio que la Gala 0 de la siguiente edición atraerá a más del 20% de la audiencia, pero recordemos que ‘OT 2017’ fue perdiendo seguimiento en sus primeras semanas, hasta que el boca a boca empezó a inflar sus números.

Si se pierde el efecto corrillo, el show no funcionará por si mismo.

 

Porque monopoliza Eurovisión

Y el último de los motivos que se nos ocurre es el del monopolio eurovisivo: hay que dar oportunidades a otros artistas de presentarse al festival, y no retenerlo en manos de un programa durante unos años, por mucho que en 2002, 2003 y 2004 consiguiera buenos resultados para España.

Televisión Española tiene una oportunidad de oro para mostrar lo aprendido en ‘OT’ en una gala eurovisiva con buenas canciones, como las de este año. No es tan complicado, ya se ha abierto la puerta a artistas creíbles con canciones en condiciones que no parezcan sacadas del baúl de Vale Music. Con todos los respetos a algunas propuestas dignas de los últimos años, que también las ha habido, aunque fueran las menos.

Al final, por muy cierto que resulte que es más probable una buena preselección eurovisiva mediante ‘OT’, creemos que el desgaste de la misma también será menos si se permite algo de aire entre ediciones.

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