Kylie ha cedido calzarse las botas de baile. Sí, no los zapatos, no las zapatillas: lo suyo ha sido un viaje al Oeste como quien va en busca del correcaminos, se pierde, aparece en una tasca llena de bidones y cowboys, y termina haciendo de vedette allí con un traje de brilli brilli y el disco karaoke con lo mejor de Dolly Parton.
Así imaginamos que surgió la idea del vídeo de ‘Dancing’, donde una Kylie de inspiración retro se entrega al line-dance como nunca antes se había entregado al baile. Vamos, que el cuerpo de Kylie se mueve más ahora que cuando tenía 30 años y lanzaba verdaderos hits de pista de baile como ‘In Your Eyes’.
Le ha venido la crisis de los 50 de la mejor manera posible: Kylie, estupendísima como está, posa en el sofá con cara de intensa, finge que nos interesa lo más mínimo que sepa tocar la guitarra, se marca una coreografía a ritmo de ‘No Rompas Mi Corazón’ y es la cuarta Sweet California de ‘This Is The Life’. La vida australiana, la vida mejor.
Eso sí, como decimos, sin perder ese halo de diva y de showgirl que la acompaña desde que lanzó ‘Body Language’ y creyó salir de gira por casinos. El nuevo vídeo de Kylie arregla un poco la tibia acogida de su single, que supo a más bien poco a su fanbase, no convenciendo del todo esta transformación al country-dance, entre la última Miley y la Rita Ora más digna.
Esperemos que en ‘Golden’ podamos tener hits mucho más directos que este, que sigue teniendo un aire demasiado melódico como para resultar el bop que realmente quiere ser. Por descontado, su funcionamiento en listas está siendo muy mediocre, con apenas un #47 en el Reino Unido, un #46 en Australia o un #23 en Francia. Eso sí, como reina que es ella de la música independiente, Australian La Bien Querida, se ha colado al #5 de la lista indie de UK.