Año 2012, Alexandra Burke publicaba su segundo álbum de estudio ‘Heartbreak On Hold’. Y aunque venía precedido por el #3 ‘Elephant’, el #35 de ‘Let It Go’ parecía ir a reflejar más el funcionamiento del disco completo. No nos equivocábamos, el disco veía la luz en junio entrando a un pésimo #18 con apenas 6m unidades vendidas. Tres semanas después, y habiendo vendido apenas el 1,5% de lo que su debut despachó en UK, abandonó el top100 de álbumes para nunca más volver. Lejos quedaban los resultados de ‘Overcome’, sus 5 singles top10 y su Doble Platino.
Alexandra Burke había apostado por cambiar de sonido, cambiar de discográfica y de management, y la jugada salió terriblemente mal. Hoy aprovechamos, con el anuncio de su nuevo álbum para marzo, para romper una lanza en favor de ‘Heartbreak On Hold’, aquel segundo trabajo de Burke, que no era un disco redondo, ni muchísimo menos, pero tampoco era peor que el disco con el que debutó y que la envolvió de éxito. Veamos por qué factores lo defendemos:
Por la cohesión del proyecto
Alexandra Burke cambió de estilo, pero no eligió a sus colaboradores sin criterior: en ‘Heartbreak On Hold’ participaron Cutfather (Olly Murs, Kylie, The Pussycat Dolls…), Fred Falke (Florrie, Will Young, Ellie Goulding…), Lucas Secon (Cheryl Cole, The Saturdays, Britney Spears…) o Red Triangle (Ruth Lorenzo, James Arthur…). Y esos son apenas unos cuantos nombres de todos los DJs y productores que trabajaron en darle forma al disco.
De esa forma, el acercamiento al dance de Alexandra Burke llegaba tarde -después explicaremos por qué- pero llegaba con un envoltorio de lujo: a pesar de que llevaba su sonido a la pista de baile sin concesiones ni sutilezas (‘Elephant’, ‘Fire’ o la Yurenesca ‘Tonight’), Alexandra tampoco abandonó el sonido más pop ni dejó de permitirse algunas licencias retro, sin perder el norte. Es decir, que los golpes disco de ‘Love You That Much’ o ‘Devil In Me’ se salían del concepto central sin resultar chirriantes en el tracklist.
El disco tendrá decenas de peros, pero nadie puede negar que el proyecto llegó bien hilado, con algunos temas de más, sí, pero con una cohesión rara vez vista en álbumes de los alumnos de ‘The X Factor’ más estrictamente pop.
Por sus momentos Antoñita La Fantastica
Vamos con el retraso del álbum, y recordemos de paso que Alexandra Burke se hizo muy amiga de Ruth Lorenzo durante ‘The X Factor’ y todo se pega menos el robar huevos. El caso es que el disco de Alexandra tendría que haber visto la luz a finales de 2010. ¿Y cuando fue lanzado? En junio de 2012, nada menos que dos años después, para desesperación de la artista.
Por tanto, Alexandra tuvo que utilizar tantas veces y en tantas entrevistas el argumento de que “la música no debería lanzarse con prisas”, que para cuando lo dijo la última vez, perdió los papeles y acabó montándola en Twitter afirmando, en 2011, que ni de coña retrasaría el disco al año siguiente. Y repetimos, terminó lanzándose en 2012.
Después, en su papel de Antoñita habló de “un dueto increíble con un artista americano que no estaba planeado, pero surgió en el estudio”, después habló de que la compañía estaba indecisa entre un “dueto con un hombre” y otro tema como primer single, y más tarde afirmó que el tercer single del álbum sería un “artista muy conocido” a dueto en un tema del álbum. Bien, el disco fue lanzado finalmente sin colaboraciones -exceptuando las de un par de DJs a la producción, que se certificaron como feature-, y aquel tercer single nunca vio la luz.
Después, en 2013, y tras decir “que estaba encantada con el resultado del álbum, como productora ejecutiva del mismo, y que había tomado un montón de riesgos que lo hacían divertido”, daría una entrevista afirmando que “RCA quería un sonido pop, que ella realmente lo que quería era más baladas y más soul”. Claro que si, guapi.
Por supuesto, en su papel de Antoñita, hace 5 años, afirmaría estar trabajando con los productores de Drake en un sonido Whitney Houston meets Coldplay. Y aquí seguimos, esperando ese ‘Adventure Of A Heartbreak Hotel’.
Por su dramática ruptura con Simon Cowell
Y en esto somos absolutamente #teamAlexandra, porque por algún motivo, imaginamos que personal, Simon Cowell nunca estuvo demasiado interesado en el éxito de Alexandra Burke: ya en pleno bombazo de ‘Overcome’, cuando había vendido más de 200m unidades en su primera semana, el magnate se negaba a grabarle a ‘Broken Heels’, el segundo single del disco, un vídeo temático, por lo que Burke terminó poniendo el dinero para poder hacer el clip de cheerleaders de fútbol americano.
Con ‘Heartbreak On Hold’, las zancadillas fueron aún más evidentes: el pasotismo de Cowell respecto al álbum provocó varios retrasos del mismo, hasta el punto de que Burke terminó rompiendo su contrato con Syco y pasando el material que tenía grabado a RCA, su nuevo sello. Y claro, ¿en qué acabó esto? en más retrasos.
Sin embargo, el summum del shade de Burke a Simon llegaría tras el lanzamiento del disco, cuando en diferentes entrevistas dejó caer que él estaba “demasiado ocupado como para antenderla”, “que hacía años que no hablaba con él” y cuando la preguntaron si estaba enfadada porque BBC Radio One había ignorado los singles del segundo disco, su respuesta fue contundente: “ya no estoy en la discográfica de Simon Cowell, igual con eso te lo he dicho todo”.
La pareja haría las paces años después, con el estreno de ‘El Guardaespaldas’ en el West End, cuando Burke confirmaba que “Cowell la había animado a hacerlo porque creía que era un papel muy a su medida”.