Nicki Minaj participa -y de hecho gobierna- en el remix de ‘Krippy Kush’, en el que también toman parte Farruko, Travis Scott, el omnipresente Bad Bunny y Rvssian -no Red, sino a secas-. Decimos que la rapera gobierna porque es, posiblemente, lo único interesante y sorprendente de la remezcla del muy -MUY- irritante tema. Es decir, la canción es un asco: es el típico corte trap latino de drogas y putas en el que todos los participantes consiguen sorprender al pugnar por el título de más cringy del corte.
Pero entre tanto despliegue de grimor y humo, ahí está Nicki sacando su mejor Minaj de la manga, y es que, al inicio de su rap, se presenta como de “cintura fina, pelo rosa y culo gordo”. Si eso no es saber hacer una parodia de ti misma, que baje Cardi B y lo vea. Además, parece que la rapera ha elegido el mejor momento para ponerse latina, y lanzar el shade más disimulado de toda su carrera hasta el momento: justo en el instante en el que el estilismo de Cardi B se está tornando demasiado Minaj, va ella y se pone a rapear sobre gritar “¡Puerto Rico!” subida a un cochazo. ¿Está habiendo un trueque de personalidades entre ambas a golpe de feature?
Pero volvamos a Minaj, porque la autora de clásicos como ‘Stupid Ho’ también ha participado en el vídeo del remix, en el que, además de lucir caretos, fundas dentales y una peluca espantosa, gasta tanta cinta aislante para los pezones que Leroy Merlin ha tenido que pedir más unidades a su almacén. ¿Y lo que tiene que doler eso al ir a quitárselo? Sólo por eso, merece que hayamos dedicado un rato a hablar del clip de ‘Krippy Kush’.