Con el cierre de ‘Qué Tiempo Tan Feliz’, hemos decidido mantener viva la marca, y hacernos un María Teresa Campos para nuestra generación, es decir, recuperar las canciones que, por un motivo u otro, nos provocan algo de nostalgia. No serán siempre enormes hits, no habrán sido #1 en todas las listas del mundo, pero siempre tendrán algo que haga que merezca la pena echar la vista atrás, bien por lo positivo o lo negativo. Rebobinemos pues hoy hasta 2002, cuando en plena éxtasis por Kylie, Sophie-Ellis Bextor tomó la delantera con un single pop de construcción perfecta.
La canción: ‘Get Over You’
Por increíble que parezca, ‘Get Over You’ no estaba incluida en la versión original de ‘Read My Lips’, el debut de Sophie Ellis-Bextor que, además de un puñado de temazos, tenía una de las mejores portadas de mamarrachas dosmileras. El caso es que el tema, como decíamos, llegaba en un momento en el que tonta la última para ser diva disco y reina del clubbing homosexual de principios de década. Y claro, en semejante competición de lycra y lentejuela, algunas hacían en ridículo, y otras, como Ellis-Bextor, daban en la diana con la canción correcta, el vídeo correcto y el equipo más adecuado.
‘Get Over You’ fue compuesta por Sophie Ellis-Bextor y su equipo de productores, Korpi & Blackcell, que así de primeras, os dirán bien poco, pero fueron los artífices de temas para Rachel Stevens, Geri Halliwell, S Club 8 o Dannii Minogue. En serio, es la misma gente detrás de ‘Put The Needle On It’. Un fuerte aplauso para ellos. Bien, ahora, moderando las palmas, hablemos de los hooks: “ay ay ay”, “go go go”, y estrofas casi entre lo cantado y hablado, con la voz de Sophie Ellix Bextor, que más británica no puede ser.
Es más, en ocasiones, nos la imaginamos en un estudio con lámparas de araña, un mantel a cuadros y con el micrófono preparado mientras sirve el té sin haberse quitado el delantal. Por supuesto, la canción se completaba con un break musical en la segunda mitad, entre lo dance, lo funk y lo psicodélico.
Seamos francos, porque conocemos la carrera de esta mujer dentro del pop colorista y melodramático -hasta su era alternativa-, pero Róisín Murphy hubiera matado por una composición así hace 10 años; es una canción pop perfecta.
¿Cómo era el vídeo?
Para la época, bastante locurote. Sophie Ellis-Bextor arrancaba el clip como un maniquí vestido de novia que se queda compuesta y sin maniquí-marido, porque le mueven con otra maniquí, que luego resulta ser calva, pero eso es otro cantar. La cuestión es que Ellis-Bextor, enfurruñada con el desamor de su escaparate, indignada porque sólo había un maniquí marido en toda la tienda y luego así tienen los hombres tan poca variedad de ropa nupcial dónde elegir, rompe el cristal como una loca y escapa.
Escapa con súper poderes, porque para eso es un vídeo musical disco-dance. Su primer súper poder, bastante eurovisivo, es el del reveal textil: resulta que bajo su traje de novia, Ellis-Bextor escondía un traje de Modas Menchu para el bautizo de alguna sobrina random, y se termina paseando con él por el callejón, en mitad de la noche. Que ya os digo yo cómo llegó el modelito al bautizo.
El segundo súper poder, es el de dar vida a los maniquíes, como Gisela te dio vida a ti en el hit de idéntico título. ‘Vida’, no ‘Get Over You’, que ya os vemos liándoos con nuestra ida de pinza, y cabreados con Spotify porque la triunfita jamás cantó versiones de este clásico. El caso es que según pasea por la calle, Sophie hace amigas y va juntándolas en un momento coreográfico imposible, muy ‘Westworld’. Aunque os recordamos que estábamos en 2002, Poty hubiera plantado perfectamente ese baile a cualquier numerito de ‘OT’ de aquel año.
¿Qué hizo con el single?
Pues llegar al #3 del Reino Unido, y seguir frustrándonos porque jamás tuvo un número 1. No, Sophie Ellis-Bextor fue #2 con ‘Take Me Home’, #2 con ‘Murder On The Dancefloor’ y #3 con esto. Ya es mala baba, queridos amigos del Reino Unido. La canción tuvo éxito en su país, pero no consiguió certificarse, algo que sí habían conseguido los dos singles anteriores.
‘Get Over You’ se presentó, además, con un doble cara A que también contenía ‘Move This Mountain’, corte del disco original, a quien nadie hizo demasiado caso por motivos obvios. Ojo porque ‘Get Over You’ no sólo funcionó en UK, que Sophie Ellis-Bextor fue una diva europeo-australiana: llegó al #4 en las Antípodas, pero también en Holanda, y al #5 en Dinamarca o Italia, #7 en Rumanía e incluso, atención, #8 en España.
Sobra deciros que en aquella época la lista sólo computaba ventas físicas y que lo que se vendía era el cariño de toda esta gente, con lo que, a pesar de su posición, nadie conocerá el tema en nuestro país. Pero oye, un top10 más para la bolsa.
Trabajos posteriores que merezcan ser comentados
Cierto es que el momento de ‘Read My Lips’, Doble Platino en el Reino Unido, no volvería a repetirse en su carrera, pero Sophie Ellis-Bextor supo mantener el momentum cifras-calidad en, por lo menos, un par de álbumes más. Su segundo disco, ‘Shoot From The Hip’, no pasó del #19 en lista, pero consiguió certificarse Plata (60m) y aportar dos top10 más a su carrera: ‘Mixed Up World’ (#7) y ‘I Won’t Change You’ (#9). El tercer álbum, ‘Trip The Light Fantastic’, fue #7, aunque no llegó a certificarse, y le dió su último single top10, ‘Catch You’ (#8), además de unas fastuosas críticas. Aquel fue, posiblemente, el mejor álbum de su carrera.
Después de 2007 la carrera de Sophie Ellis-Bextor dio tumbos hasta su participación en ‘Strictly Come Dancing’, tras el cual el público británico pareció darle una segunda oportunidad con ‘Wanderlust’ (2014), un álbum que fue #4 y que obtuvo unas ventas sorprendentes, suficientes para que el disco volviera a certificarse Plata. Además, con él consiguió su único top40 de los últimos 7 años, el #34 ‘Young Blood’.
Sophie Ellis-Bextor, con nuevo estilo musical, más alternativo y menos disco-pop -aunque se permite sus licencias-, lanzó ‘Familia’ en 2016, un disco que seguía las directrices de su anterior trabajo pero que fracasó en igualar resultados: obtuvo un fugaz #12 en la lista británica.