Y llegó la segunda gala de ‘Operación Triunfo’, la primera con expulsión, y por tanto, la primera en la que las emociones tenían que estar a flor de piel. Y lo intentaron, pero el programa volvió a pecar de falta de ritmo, incluyendo unas valoraciones del jurado tras las actuaciones que aportaban más bien poco o nada. Bueno, algo sí que aportaban: sumados a los vídeos resumen extra, la gala se alargó hasta la 01:15 de la mañana, unos 20 minutos más que la de la semana pasada, para arañar un share que les beneficia por la madrugada: la semana pasada, en ese horario, el programa rebasaba el 20% de cuota de pantalla.
En cualquier caso, y a pesar de las constantes zancadillas del guión a una gala que podía resultar bastante más amena, seguimos conectando con el casting y enganchados al formato. Este es nuestro resumen de la gala.
Los nominados
Sin anestesia: Mimi tuvo una mejor actuación que Ricky durante la gala de anoche. El único fallo de Mimi durante su performance fue el hecho de que parecía más un número de ‘Tu Cara Me Suena’: es sorprendente que ningún profesor le dijera a la muchacha que no tratara de imitar la voz de Lady Gaga con tantísimo descaro durante ningún ensayo. Pero fuera de eso, su actitud estuvo on point, el número con bailarines muy bien, y vocalmente se lució.
Ricky se presentó con un número mucho más sobrio, con un tema del musical ‘Rent’, ‘One Song Glory’. La puesta en escena debió ser otra, y se lo tragó un poco tantísima banda y tantísimo efecto óptico de las pantallas. Lo que debía transmitir emoción se quedó un poco corto y Mimi le ganó esa batalla.
No le ganó el voto, eso sí, y Ricky permanecerá en la Academia al menos un par de semanas más: tampoco fue nominado, ni lo merecía, por el jurado anoche.
La mejor actuación de la noche
Pues es que, de hecho, vamos a quedarnos con la de Mimi con ‘A-Yo’, porque en los dúos, siempre nos faltó algo: si uno de ellos estaba bien, el otro fallaba. Si no, fallaba la puesta en escena, si no, desafinaron como cabras o simplemente hicieron el ridículo. Por ende, la que más consiguió quedarse con ese escenario fue Mimi anoche, que tuvo que abandonar la academia.
Resulta paradójico, pero es que la semana pasada ya anunciábamos estar atónitos con los nombres de los nominados, tras una primera gala en la que había otros nombres para poner en la palestra. Mimi tenía aún juego que dar, frente a otros concursantes a los que empieza a acabárseles la cuerda.
La peor actuación de la noche
Aquí tampoco tenemos dudas: ‘Reggaetón Lento’ fue un auténtico cuadro de comedor. Cepeda y Juan Antonio trataron de justificar su química durante toda la noche, pero era evidente que lo único que había de ella era ausencia. De hecho, el segundo temió, durante las nominaciones, los vídeos de sus ensayos que pudieran haberse visto, porque sabía perfectamente que se había enfrentado a su compañero durante uno de ellos. “Yo los quiero a todos mucho, decía después”. Como en este concurso se trata de eso, pero especialmente se trata de hacerlo bien en el plató, Juan Antonio tenía merecidísima su nominación.
De hecho, ya la merecía en la Gala 1, y lo que es más, nunca debió entrar en una academia en la que ha sido desde el primer día la única voz de la discordia. En cuanto a Cepeda, él también fue culpable del ridículo escénico, pero tuvo la suerte de que hubiera gente que lo hiciera peor. Minipunto a favor de los dos chicos: quien eligiera para ellos, especialmente para Cepeda, algo como ‘Reggaetón Lento’, tiene tela.
Curiosamente esta espantosa actuación coincide con una igual de espantosa del mismo tema en el ‘The X Factor’ británico.
El scoreboard
El resto de actuaciones
El resto de actuaciones de la noche, en general, y como decíamos antes, cojearon por algún motivo: en ‘Todas Las Flores’, Amaia se salió pero Ana Guerra parecía un muñeco de cera al que alguien había dado cuerda, en ‘Sentir’, Mireya y Marina estaban a medio gas, y en ‘Malibu’, ni el decorado acompañaba, ni Roi y Miriam estuvieron sobresalientes.
Después está lo de ‘Can’t Stop The Feeling’, algo de lo que no sólo Aitana y Agoney tuvieron la culpa: no era una canción para cantar a dúo. Las armonías no funcionaban, la mezcla de voces era terrible y todo daba bajón en sus arreglos. Eso sí, ellos tampoco se salvaron, mientras Agoney actuaba como si lo hiciera en solitario, Aitana, puesta por el ayuntamiento, daba más que evidentes muestras de no estar pasándoselo nada bien.
‘Everytime You Go Away’ y ‘Will You Still Love Me Tomorrow’ funcionaron mejor, pero en ambas faltó chica. La primera necesitaba de otra escenografía -¿cuantas veces piensan repetir esas posiciones en el escenario?- y la segunda, además de ser una espantosa versión de la original, iba sobrada de sandeces de atrezzo.