‘The X Factor’ tiene ya 14 ediciones a sus espaldas con la que actualmente está en emisión, y que arrancará sus galas semanales la semana próxima. Las alarmas de este año ya saltaron cuando el programa decidía recortar sus galas de 10 a 6, alargando el proceso de castings, alegando un mayor interés en el que en la gala estructurada como tal. El problema de un programa como ‘The X Factor’ es que, aunque tengan menor audiencia, es en las galas donde realmente el público consigue descifrar a cada concursante.
Hace dos años, el programa ya tuvo que hace recortes por el Mundial de Rugby, y el año pasado volvió a las 10 galas completas, tal y como siempre había estado planteado. Aunque anualmente escuchamos que el show pierde audiencia, y da la sensación de que maneja cifras bajas, realmente no es así: en la suma de audiencia, hace dos años promedió unos 7,5 millones, y el pasado, unos 8,3, unas cifras que siguen siendo mastodónticas para los resultados de la televisión británica. Por ende, si la audiencia no es tanto problema como quiere hacerse ver, ¿por qué hablamos de crisis en ‘The X Factor’?
Pues porque lo que el programa ha hecho, y que era su seña de identidad frente a formatos en alza como ‘The Voice’, ha sido dejar de fabricar hits. No tanto estrellas de éxito duradero, que también lo conseguía para un corto plazo en UK, sino hits. En las dos últimas ediciones han faltado hits. Veámoslo:
La crisis de 2015 |
En 2015, vivimos el primer bache contundente del concurso a posteriori de su emisión. Si 2014 nos dejó éxitos puntuales de lista para Ben Haenow (#1), Fleur East (#3), Stereo Kicks (#31) o Andrea Faustini en la lista de álbumes (#14), la decimotercera edición del concurso hacía sufrir a sus conscursantes a su salida.
Apenas tres de ellos llegaron a lanzar material tras ‘The X Factor’, y las cosas no salieron muy allá: Louisa Johnson ganaba, pero se convertía en la primera artista del programa -y única, hasta hoy- en perder el top5 con su single de ganadora (#9). Después, se conformaría con un #13 y un #48 para sus singles, y a día de hoy, sigue sin lanzar su álbum debut. Ahora mismo está de gira como telonera de Little Mix en el ‘Glory Days Tour’.
Ese mismo año, conocíamos a Reggie’N’Bollie y 4th Impact, los otros dos acts con lanzamientos “relevantes”. Los primeros, que estuvieron a punto de ganar el concurso, no pasaron del #26 con su primer single, y los tres siguientes jamás pisaron el top200. Ellas, llegadas de filipinas, y con un amplio movimiento a favor durante su concurso, se conformaban con un tardío single, ‘Unleash The Diva’, que tampoco encontró hueco en el top200.
La crisis de 2016 |
Como hemos indicado antes, ‘The X Factor’ ganó audiencia el pasado año, y llegó a sobrepasar los 9 millones de público en algunas de sus galas. La subida se debió a un jurado bien estructurado y conocido por el gran público, y a la recuperación del esquema popular del programa.
Sin embargo, las cifras no se tradujeron en éxito para sus concursantes. Un año después de su arranque, Matt Terry acaba de conseguir colarse en el #83 de la lista de singles, el peor resultado histórico para el debut de un ganador (a pesar de que su villancico sí lo llevó al #3), y el resto de sus compañeros están en situaciones similares o peores.
Saara Aalto, que compitió la victoria del programa a Terry hasta el último momento, no ha lanzado aún ni un sólo single, a pesar de que, según ella, tiene un contrato por varios álbumes con Sony Music. Ahora será jurado del programa en su versión finlandesa. En cuanto a 5 After Midnight, que también llegaron a la final, se consolaron con un #51 con su primer single, y acaban de lanzar ‘Taste’ como primer single de un EP que llega en vez de su álbum debut.
Por no contar, los chicos no cuentan ni con entrada propia en Wikipedia, igual que le ocurre a Honey G, que se las daba de fenómeno viral, pero su primer single tampoco encontró hueco en el top100 británico.
Hay algo que justifica estos fallos en lista para los cantantes de ‘The X Factor’: el streaming. Desde que el peso de las escuchas online es fuerte en las listas británicas, los concursantes sufren para conseguir un hit, y la explicación es muy sencilla. El impacto de los temas del programa suele ser inmediato, y por ende, cuando sólo iTunes y similares ofrecían el resultado de la lista, las ventas post-show y post-gala empujaban los singles arriba. Y hoy día, por mucho que consigan una posición alta en iTunes, el hecho de que no mucha gente les de escuchas en Spotify y derivados los empuja hacia abajo. El ejemplo perfecto es el de 5 After Midnight, que se movieron por el top20 durante prácticamente toda su semana de debut, pero terminaron cayendo fuera del top50.
Veremos si la edición de este año consigue dar a luz a algún artista capaz de sobrevenir la ola de streams de los charts británicos.