50 Cent no está especialmente contento con la recepción que su residencia en Las Vegas está teniendo. Tanto parte del público como la prensa especializada han criticado el espectáculo por pobre, por corto, porque él luce hastiado incluso de estar sobre el escenario. Pero claro, también os digo una cosa: ¿quién en su sano juicio paga por ver a 50 Cent en directo en 2025? Ni os cuento ya pagar por un asiento en Las Vegas que encima será el triple de caro por ver los tres mismos hits de 2004 que verías en cualquier festival nostálgico al que el rapero acuda por cotizar algo.
En uno de sus últimos espectáculos en la ciudad, el rapero ha contestado a los que dicen que su show, más que lucir una experiencia única un poco al nivel habitual de lo que la ciudad maneja, luce más a concierto de la Panorama una tarde de julio tonta cualquiera o un concierto de Kiko Rivera en Ponferrada por el que le han pagado en bocatas de calamares y al que el público ha acudido porque las casetas estaban cerca y la bebida barata.
“Dicen mierdas como que siempre hago este mismo movimiento. Pues es lo que voy a seguir haciendo. No podéis decir que la música es mala. Que os den, tio. ¿Qué pensabais? ¿Que iba a salir aquí patinando como Usher? He visto unas mierdas… A Chris Brown volando en África. No tengo temas que me pidan volar por África.”
Correción, 50 Cent: no tienes temas. Period. Porque hay quién se queja de que el show apenas dura unos 80 minutos, pero es que claro… ¿con qué demonios rellenas un espectáculo de 50 Cent de más tiempo? ¿Con canciones de Mocedades que él rapee sobre una base de Dr. Dre? Es que hits es inviable. Ya me parece inviable que alcance el cuarto de hora tirando de ellos, sinceramente.
En cualquier caso, se le ha criticado no solo que repita el mismo gesto con el brazo durante todo el concierto, sino también la poca interacción con el público, el mal sonido que hay en el teatro y su falta de energía. ¿No tienes temas para salir en patines? Pues ya nos explicarás que hacen diez bailarinas en bragas haciendo un spagat en el escenario mientras suenan. Porque la canción que se escucha es la misma para ellas y para ti. Vamos, digo yo.
